El Clima en Turquía
Turquía es un extenso país y reúne tantas características territoriales como civilizaciones que han pasado por ella. Entre estas características se encuentran las distintas altitudes de muchas regiones y ciudades, como es el caso de Ankara o antiguos pueblos que se levantaron en lo más alto del país, también su amplia distribución con vistas hacia otros continentes, hace que su clima sea muy distinto entre un lugar y otro, las mismas estaciones e incluso en mismo día.
Las playas de Turquía, situadas a lo largo de la costa mediterránea suelen tener un clima cálido durante todo el año, pero se intensifica en los meses de verano, donde fácilmente supera los 30ºC y son habituales los bochornos, ya que se mezcla con la humedad de la zona.
En invierno las máximas suelen ser 16ºC o 17ºC y las mínimas entre 5º y 7º, la lluvia aparece entre noviembre y febrero pero no es abundante.
Si te agrada el mar cálido y quieto, las ciudades ubicadas en esta franja te serán de mucho agrado, sobre todo en primavera donde el tiempo se mantiene estable en un punto intermedio y llegando el verano sabrás como sortear las oleadas de calor perfectamente.
Por otra parte, la costa situada en el Mar Negro se distingue por presentar fuertes lluvias, el frío llega raudo a invadir cada calle, el agua que ya es más helada durante el año, en invierno se hace casi imposible que alguien se atreva a tocarla. Sin embargo, cuando llega el verano, las temperaturas no alcanzan unas máximas elevadas, por lo que es ideal para quienes huyen del calor y no desean perderse la oportunidad de estar en el agua.
En los sectores de gran altitud, las variaciones son extremas, pasando de un paisaje nevado que llega abrir temporada de Esquí, a uno muy seco donde el calor puede sofocar. También tiende a ser cambiante durante el mismo día, presentando a medio día un cálido sol radiante y a medida que avanzan las horas bajar drásticamente, teniendo que recurrir a abrigos extras que los turistas no suelen tener contemplados.
La ubicación geográfica, específicamente, de Estambul hace que se encuentre en medio de dos tipos de temperaturas en la misma ciudad, dividido entre la parte asiática donde un día puede estar lloviendo y a la misma hora, el extremo europeo disfrutar de un jornada propia de un día de verano o al revés. También el viento varía bastante, sorpresivamente la ciudad se puede encontrar con una gran masa de aire frío
proveniente del estrecho. Durante el invierno los grados han logrado decender los 0º alcanzando una mínima de -6ºC, con nevadas incluidas, que por cierto, disfrazan a la ciudad de Estambul, convirtiéndola en una maravilla que dan ganas de admirar.
Debido al clima de Turquia tan diferente, escoger una época especifica e ideal para recorrerlo en su totalidad puede resultar difícil, lo cierto es que cada estación y lugar tiene su magia, además los gustos de los turistas no son iguales por lo que es imposible generalizar, unos prefieren el invierno y otros el verano aunque la inclinación apunta por los meses de entretiempo.
Ahora bien, visitar Estambul entre los meses de marzo y octubre, es sin duda, el plan ideal, ya que el clima se mantiene, dentro de lo posible, en términos medios y ni el calor ni el frío resultan agobiantes.
Los meses de pleno verano, como lo son julio y agosto, es mejor dedicarlos a otras localidades como las costas del mar negro y visitar Capadocia cuando ya haya pasado este tiempo, generalmente a partir de octubre hasta junio.
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